sábado, 16 de enero de 2010

S.O.S. UN EURO POR HAITÍ

Por iniciativa de todos los alumnos del instituto, a lo largo de estos días se va a pedir un euro por persona para mandar ayuda a Haití a través de Medicos sin Fronteras. Tener en cuenta que si cada alumno pone un euro, tendremos unos 1.200 euros para mandar, a lo que sumaríamos lo que pusieran los profes, que se enrrollarán y pondrán más de un euro.
Gracias a todos por vuestra iniciativa y solidaridad, y recordar que lo peor para los haitianos viene ahora, la vuelta a la normalidad del país más pobre de América.
Pero, ¿por qué un terremoto de la misma escala e intensidad afecta más a unos países que a otros?

El terremoto de 7 grados en la escala de Richter que sacudió Haití el martes fue 35 veces más potente que la bomba atómica arrojada sobre Hiroshima (Japón) al final de la II Guerra Mundial.

Cada año se producen en el mundo 50 terremotos de la misma magnitud que el de Haití, que no causan este grado de destrucción y muerte por ocurrir lejos de zonas densamente pobladas o en lugares próximos a placas tectónicas donde la construcción es más sólida, como Japón o California (países ricos).
Es decir que no todos los países sufren las mismas consecuencias al producirse un terremoto similar al vivido en Haití, las diferencias entre países ricos y pobres sacan a la luz una verdad incómoda de la que solo nos hacemos eco cuando ocurren estas catástrofes.
El FMI (Fondo Monetario Internacional), institución creada en 1945 con el objetivo de evitar las crisis en los sistemas monetarios, facilitar el comercio internacional y reducir la pobreza, acaba de anunciar su firme intención de "movilizar ayuda" para Haití "muy rápidamente", expresando su "profunda simpatía para con las víctimas".
Lo que han olvidado decir es que los 100 millones de euros que van a movilizar no son ayuda. En la letra pequeña pone que la suma será devuelta por Haití en cómodos pagos con intereses, aunque estén bajo los escombros. Antes del terremoto Haití ya debía sólo en intereses unos 430 millones de euros.
La deuda externa es el dinero que los países del Sur adeudan a los bancos, a los países del Norte y a las Instituciones Financieras Multilaterales (FMI, Banco Mundial y Bancos Regionales de Desarrollo) como consecuencia de los préstamos que sus gobiernos recibieron en el pasado y a los que no pueden hacer frente en la actualidad.
Dicha deuda de los países del Tercer Mundo constituye uno de los principales obstáculos a su desarrollo y, por lo tanto, una de las principales causas de la pobreza en el contexto del actual proceso de globalización, a lo que se le suman unas relaciones de mercado notoriamente injustas y desequilibradas.
Por este motivo, la desigualdad económica y social aumenta en todos los ámbitos, incluso en los países más ricos, y sus principales perdedores son los individuos y grupos más vulnerables y desfavorecidos, tal y como se refleja en los informes sobre desarrollo humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), entre otros.
Según Naciones Unidas, tan sólo haría falta una tercera parte de lo que se paga en concepto de servicio de la deuda (unos 130.000 millones de US$) para garantizar el acceso a la educación básica, el cuidado y la infraestructura sanitarias, una alimentación adecuada y el acceso al agua potable de TODOS LOS SERES HUMANOS.